“EL SILENCIO DE UN INOCENTE”


Los tiempos están sufriendo cambios. Los estilos de vida, los afectos, están cambiando y se ven debilitados por la escasa práctica de valores. La violencia se imita, se aprende dentro de un círculo vicioso inacabable.

La violencia es el lenguaje cotidiano. Todo conflicto, todo problema, se soluciona con golpe, insultos, indiferencia, ira, maltrato entre otros. Lo que antes era privado hoy se vuelve público. La violencia es un modelo de trato, una comunicación vertical y autoritaria; genera una relación abusiva, una conducta provocadora y amenazante, su uso produce efectos paralizantes en los violentados.

La crisis generalizada causada por la dependencia, pobreza e ingobernabilidad de la nación peruana se manifiesta de formas complejas en la vida cotidiana. Una de ellas es la violencia escolar, como respuesta a represiones, castigos, prejuicios raciales, y desafecto familiar llevado hasta la escuela.

Esa violencia física, psicológica, verbal, sexual o de otro tipo; se ve reflejada en las Instituciones educativas, en donde tanto los educandos como profesores reflejan una actitud agresiva. Los alumnos se comportan de forma impulsiva en vez de buscar la manera adecuada para dar solución a cualquier conflicto existente.

El ambiente del colegio, gira en torno a tensión, incomprensión, temor, abuso ya sea directo e indirecto, etc. Generalmente los alumnos tienen temor a sus profesores, ya que estos pueden llegar a ser violentos al momento de imponer castigos, por frustración, o como descarga de problemas. Muchas veces los alumnos no hacen nada respecto a ese tipo de violencia contra ellos, por el simple hecho que no tienen la fuerza para denunciarlos o hacer pública la forma en cómo los maltratan, también existe amenazas por parte de los docentes si llegan a hablar.

Pero la violencia no sólo se manifiesta de profesores a alumnos, sino entre los mismos alumnos por medio de gestos agresivos, palabras soeces y obscenas, a otros compañeros, o también de forma indirecta con gestos de desprecio. Por ejemplo, en los salones de clase se acostumbra callar a la persona que habla, o insultar si es que dicen algo equivocado o por simple crueldad. Estos tipos de violencia muchas veces es influencia del entorno en donde viven.

Otro problema que afrontan los alumnos, es la falta de comunicación debido a esta violencia que afecta directamente a su autoestima y a cómo se relacionan con las demás personas, ya que no tienen la misma confianza que podían haber tenido antes. Se puede notar una clara desorientación y distracción en los alumnos. Generalmente las consecuencias de esa violencia se ve reflejada tanto en su comportamiento como en su rendimiento académico. La violencia en los colegios es un tema de vital importancia para entender un poco más el comportamiento de los alumnos así como de los profesores, ya que generalmente este comportamiento no se genera en el colegio sino desde el hogar. Otro motivo es el no entender las razones de esta violencia, ya que al desconocerlas podemos pretender que son otros factores los que influyen en ese comportamiento cuando la realidad es la realidad problemática es obvia y no la ven.

Según el autor Cabezas, C (2008). Pág. 12: “Las instituciones educativas, como todo escenario en el que se desarrollan relaciones humanas, son espacios de poder en el que confrontan intereses contrapuestos y conviven personalidades disímiles, dando lugar a conflictos sociales de diferentes índoles. En sus instalaciones, los distintos tipos y psicológicos en encuentran un ambiente propicio para su difusión, tanto sea aquellos practicados entre los propios alumnos como así también los ejercidos desde los docentes hacia el alumno, o viceversa”.

En la realidad actualidad, los constantes problemas y conflictos en los que escolares se ven envueltos por el problema de la violencia dentro de un centro educativo. Existen diferentes factores que incentivan a que este problema social exista, uno de los que más influye es la desorientación por parte de los padres ya sea con los programas de TV , problemas familiares, peleas callejeras, juegos, etc.

Muchas personas no toman en cuenta este problema social porque es tomado como algo normal dentro de la etapa de la adolescencia o escolar. Pero existen muchas consecuencias que este problema puede contraer, ya sean psicológicos como físicos. Algunos expertos con respecto al estudio de este tipo de problemas sociales lo denominan como una enfermedad psicológica llamada bullying.

No es un problema común que se debe pasar desapercibido, ya que posteriormente las consecuencias en la mayoría de casos las consecuencias son leves pero como también se presentan efectos negativos ya sean físicos, morales, psicológicos, etc. LA violencia escolar no solo se refleja en las peleas o agresiones entre alumnos sino que dentro de ello también se encuentra las violaciones sexuales que en muchos casos los profesores realizan ese tipo de actos llamados violaciones con los escolares, que por temor ellos no son capaces de hablar o denunciar este tipo de hechos.

La violencia es un problema que en la sociedad se viene desarrollando no recientemente sino desde hace muchos años, con la diferencia que han ido incrementando los diversos y numerosos actos de violencia escolar. Actualmente, la serie de problemas con los alumnos hacen que éstos se vean inmersos en este círculo que es la violencia escolar.

¿Qué está pasando? ¿Qué medidas está tomando el Ministerio de Educación? ¿Qué estrategias están usando las Instituciones educativas? ¿La Escuela de Padres colabora en la solución de este problema?

Es necesario tomar más conciencia, participación para frenar, disminuir los altos índices de violencia en la escuela, porque se está naturalizando tanto, que desde el hogar, el colegio, la calle es parte de un eslabón interminable.

La juventud ha decaído en gran manera. Cada vez más las relaciones son superficiales, leves, descartables, intrascendentes, pasajeras, imprecisas, sin responsabilidad, ni deberes o compromisos.

Las personas dejan de ser tolerantes, respetuosas, etc. Dejamos de ser tolerantes, respetuosos, dialógicos, solidarios y democráticos y democráticos para expresar una cultura de egoísmo, de la violencia de la indiferencia de la frivolidad. La comunicación es dañina: Mediante señalamientos directos, gritos, gestos agresivos, tono de voz desesperado, seudónimos, palabras cargadas de odio y desatinos.

Sólo la educación intercultural, la ternura como proyecto civilizatorio y humanizante puede sacar de los niveles de violencia generalizada.

“TERROR EN LAS AULAS”


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la violencia como: “… el uso deliberado de la fuerza física o el poder como amenaza o de manera efectiva contra uno mismo, otra persona, grupo o comunidad que cause o tenga posibilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.” Implica el uso o amenaza de uso de la violencia física o psicológica, con intención de hacer daño de manera recurrente y como una forma de resolver conflictos No es innata a los seres humanos, es un aprendizaje, una realidad histórica, humana y socialmente aprendida. No es igual a la agresividad, que es una condición innata de la materia viva y que en determinadas circunstancias toma características defensivas.

No es de extrañar que así como existe violencia de docente a alumnos, exista violencia entre educandos. Este problema que al parecer es de escasa importancia por presentarse como “juegos propios de su edad”, se ha convertido en una amenaza para la integridad física, psíquica - emocional de los estudiantes de cualquier nivel de educación, éste es uno de los problemas latentes en los ambientes escolares, que año tras año se ha ido naturalizando como una práctica cualquiera, en la cual saludarse con un gesto agresivo, con una palabra soez u obscena, suele pasar de inadvertido y resultar un tanto normal con la sazón de lo cotidiano.
No obstante, existe otro significativo número de estudiantes que se sienten aludidos al ser violentados o al presenciar actos donde impera la violencia, estos jóvenes no consideran a sus instituciones educativas como un lugar seguro, pleno en donde puedan realizarse pacíficamente, debido a que existe la posibilidad que cualquiera de ellos sea la próxima víctima de la violencia ya internalizada en los educandos.
Sin embargo, estudios realizados por investigadores como Baron, R.A., Byrne, D (2005). pág. 25. Datan lo siguiente: “Al parecer los mismos estudiantes pueden ser muy efectivos a la hora de reducir la violencia escolar. La incidencia de esta conducta puede reducirse sustancialmente, si los niños asimilan que deben intervenir cuando tiene lugar la violencia escolar, en vez de simplemente mantenerse al margen y ser cómplices de este “cáncer social”. Al parecer, según las investigaciones, las niñas están más dispuestas a intervenir que los niños, quienes tienden a percibir la violencia como un juego propio de su edad; los “osados” chicos pueden tanto aguantarlo como infligirlo. Por lo tanto, pueden ser necesarios esfuerzos adicionales para inducir a los niños, así como a las niñas, a intervenir cuando tiene lugar la violencia escolar” y generar entre ellos el efecto multiplicador. Con estas significativas medidas de solución, se puede contrarrestar los altos índices de violencia escolar, para lo cual es necesario la cooperación de los padres de familia fomentando el constante diálogo entre sus hijos, teniendo en cuenta que el hogar es la primera escuela donde los niños y adolescentes alcanzan una sólida formación reforzada en valores y principios morales difundidos en el núcleo familiar. La familia es el reflejo de la sociedad.

Los medios de comunicación por lo general no difunden este tipo de noticias, quizás por considerarlo de poca relevancia, pero ello no exime la existencia de esta problemática en las aulas.

Las causas de este tipo de reacciones por parte de los educandos son diversas, ya sean por factores internos como la familia o externos como el círculo social al cual pertenecen.

Los padres juegan un papel principal, como mediadores directos de este mal silencioso que aqueja a la sociedad estudiantil. El desconocimiento de este tipo de violencia escolar hace que los padres, docentes y personal que labora en las instituciones educativas no sepan cómo actuar al presentarse un caso de tal magnitud.

La difusión de este problema a la ciudadanía, es otra medida de solución ya que la ignorancia aunada a los escasos recursos con los que presentan algunas escuelas, en donde no cuentan con la atención psicológica necesaria, empeora la situación actual. A todo lo ya antes mencionado, se añade el incremento notorio de ola delincuencial y la inseguridad ciudadana, que al no contrarrestar este mal, proponiendo alternativas de solución inmediatas, el deterioro de la sociedad será inminente e implacable.

Autora: DÁVILA SALAS, MARÍA.

“VIOLENCIA SICOLÓGICA EN LA ESCUELA"


La convivencia en la escuela entre alumnos y agentes del orden (profesores) crea un mundo de posibles disturbios, ya sea por diferencias étnicas, económicas, por ejercer coacción, etc. Los tipos de intimidación más representativos son el empleo de apodos ofensivos, golpes, la discriminación y el chantaje.

Según un estudio de la USI (Unidad de servicios informativos), el 47% de alumnos en el Perú, principalmente de Lima, Ayacucho, Cuzco y Junín son víctimas de violencia escolar, y un 34% no denuncia a sus agresores. Lo más alarmante de dicho informe es que alrededor del 25% de maestros o padres de familia no reaccionan ni protegen a los afectados. Es así como cabe mencionar el caso de Clinton Mayller, de 14 años, un adolescente que quedó parapléjico después de haber recibido una golpiza por parte de sus compañeros de clases; o el caso sucedido en Arequipa, este junio, donde unos estudiantes no tuvieron “la mejor idea” de prenderle fuego a uno de sus compañeros por su cumpleaños número 15, quien resulto con 40% de quemaduras graves en todo el cuerpo.

El gobierno por su parte mediante el Ministerio de Educación, con el lema “Cuidemos la educación integral de nuestros escolares”, inició una campaña contra el maltrato físico, psicológico y el abuso sexual de escolares, con el objetivo de prevenir dentro de las instituciones educativas este tipo de actos repudiables.


Autora:

QUISPE CERNA, MAYRA ALEXANDRA.

“VIOLENCIA INFANTIL POR PARTE DEL DOCENTE”



Así como existe violencia en la familia o entre los amigos, el uso de la violencia por parte de los docentes ha venido creciendo en estos últimos años. En el jardín o colegio, el niño(a) pasa casi la mitad de su tiempo, teniendo dichas instituciones una gran influencia sobre su comportamiento y determina muchas veces el carácter y el tipo de persona que será. Los docentes son muchas veces guías y determinan dichas actitudes y características, ante el uso de la violencia, puede afectar sicológica y físicamente a la víctima.

Se han buscado muchas respuestas al porqué de la violencia por parte del profesor, pues normalmente un profesor debe de caracterizarse por su gran paciencia y compresión. La violencia puede provenir de dos lados: la inexperiencia y desesperación del profesor al ver a sus alumnos descontrolados; o la violencia por parte del alumno hacia el profesor, que posteriormente podría poner al profesor en una actitud defensiva y tratar de maltratar o asustar al alumno.

La hipótesis que se aprueba más es la de la violencia por parte del alumno y luego por parte del profesor. Si bien la educación familiar ha decaído, lo único que se espera es que el colegio logre enderezarlos, pero muchas veces el profesor recurre a esas medidas por un “contagio” del alumno que vive en un ambiente violento. Normalmente los actos violentos del alumno suelen ser verbales como ignorar, insultos, amenazas, respuestas malhumoradas o acompañadas de burlas. Éste tipo de agresión suele afectar al profesor, al perder la paciencia o empezar a ser injusto o “malo” ante los alumnos, posteriormente, si el profesor no ve un cambio por parte de los alumnos, podría llegar a la violencia como un tipo de amonestación sobre el comportamiento de los alumnos, que luego sería una costumbre, es decir, el docente los trataría así como si fuera algo común y corriente.

Éste tipo de violencia en las instituciones afecta en sobremanera al alumno. Además de afectar de manera física al alumno, obviamente causando lesiones, la parte que estaría más afectada sería la parte emocional y sicológica, bien por un mismo maltrato hacia su autoestima o por un trauma debido al maltrato físico. El alumno podría convertirse en un ser sumiso y asustado en cada vez que vaya al jardín o al colegio, desahogándose en su entorno familiar o con sus amigos, las características más resaltantes son: arranques de rabia, actitud rebelde, desinteresada y resignada, usando la violencia frente a su entorno.

La violencia hacia los alumnos por parte de un profesor, puede ser tan traumática como la violencia por parte de los padres de familia. Se sabe que dicha profesión los es la más fácil de todas, pero cada persona que la ejerce debería tener muy claro en mente que ellos determinarán una gran parte del futuro de sus alumnos.

Autor:

SACHÚN SILVA, MARLON.

LA VIOLENCIA FÍSICA AL INTERIOR DE LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS PERUANAS, CAUSAS


Este artículo pretende informar a la sociedad acerca de que la violencia está invadiendo a casi toda la sociedad peruana. La violencia puede encontrarse presente de manera intrínseca en la estructura básica de la sociedad “La familia” y de ahí parte el problema ,se puede decir; ya que de cierto grupo consanguíneo, caracterizado por ejercer actos violentos, sea para imponer sus ideas o para hacerse obedecer, ello es en caso de los padres, o simplemente para sentirse “poderosos e influyentes”. Suele ocurrir por parte de un hermano mayor, hacia el más pequeño, todos los actos violentos cometidos al interior de la familia son reproducidos por sus miembros, contra personas que no pertenecen a su grupo consanguíneo, de esta manera surge la gran cadena de violencia, que llega a introducirse en el ámbito laboral e inclusive en el ámbito escolar.

Este apartado se dirige dar a conocer al lector acerca de lo arraigada que está la violencia física al interior de las instituciones educativas del Perú.

Para ello es necesario definir el concepto de “violencia física”: se entiende como aquella que causa a la víctima daño físico, corpóreo. Estos daños pueden ser de dos tipos: Cuando se está frente a abusos, maltratos, empujones, golpes, tirones de cabello, equimosis y magulladuras o hematomas .La violencia física también se puede materializar mediante la utilización de algún tipo de arma u objeto que pueda provocar o no lesiones ya sean internas, como la afectación a la masa cerebral de quien ha sido víctima de algún golpe en el cráneo; lesiones externas, son las más notorias, aquellas como moretones, rasguños, magulladuras, como consecuencia de enfrentamientos.

Ya definido el término, se pretende a continuación a explicar las posibles causas de la presencia de comportamientos violentos dentro de una institución educativa. Una de las causas puede ser que el agresor sea incapaz de controlar sus impulsos; puede que quien agrede haya sido en algún momento víctima de la violencia física, generándole traumas y obligándole a actuar contra los demás individuos para así “vengarse” de lo que le hicieron: Por ejemplo, un alumno “x” agrede a su compañero “y”, dicho abuso lo ejecuta de la misma manera que su padre le “resondra”. Otra de las causas puede ser la falta de amor que existe entre padres e hijos, el niño se siente ignorado y para “llamar la atención”, adopta conductas agresivas contra sus compañeros, pateándolos, golpeándoles con los libros. El niño que se siente ignorado continua golpeando a sus compañeros, hasta que ello se convierta en un problema grave y de esta manera los docentes informen lo que suele ocurrir a los padres de niño ,quienes recién toman cuenta del estado de su hijo, la violencia también puede originarse por el excesivo “engreimiento de los padres” hacia él, el niño cree que todos deben hacer lo que “él quiere”, intenta imponer sus ideas ,pero al percatarse que se encuentra en un aula de clases, donde todos piensan de manera distinta y cada quien opina, se siente frustrado y opta por golpear a los demás alumnos, para conseguir así, lo que quiere.

Existen, lamentablemente, en la actualidad, alumnos del nivel secundario, en su mayoría, respecto del nivel primario, que son víctimas de la adicción a sustancias adictivas como el alcohol y las drogas. Estas sustancias causan efectos como el rechazo a los demás, agresividad y constantes cambios emocionales. En el caso de las drogas, suelen ser una de las causas de la violencia física entre alumnos.

La violencia física puede proceder de la existencia de mensajes subliminales dentro de los medios de comunicación, como el internet y televisión. El alumno puede espectar alguna película en donde se puedan ver las maneras de pelear, los golpes, ver a los actores, apretándose el cuello o haciendo uso de un arma de fuego para interponer sus ideas, entonces el alumno, al día siguiente, en la escuela, a la hora del receso, se aventura a imitar las patadas y técnicas de lucha contra sus compañeros e incluso agenciándose de un arma para amenazar a los docentes y compañeros ,de la misma forma que lo hacían los personajes de las películas o programas televisivos .

El más influyente de los factores que contribuye a los alumnos a adoptar conductas violentas: el internet .El internet es un medio de comunicación con información ilimitada, accesible a cualquier sujeto, desde cabinas o desde su mismo hogar. El alumno accede a la red informática, ahí puede aprender con facilidad, acerca de cómo emplear la agresión física, cómo propinar un golpe de tal manera que no queden huellas en la víctima, que tan sólo sea un impacto doloroso o que ocasione lesiones internas.

Pero la violencia física no se da únicamente entre alumnos, sino también existe de alumnos a profesores y viceversa.

Muchas veces, los alumnos, en el nivel secundario, suelen ser de mayor tamaño que sus docentes e inclusive más fornidos. Los orígenes de este tipo de violencia se pueden dar porque, por ejemplo, el docente al ver que el alumno no presta atención de su clase o distrae al aula, decide ordenarle que se retire del salón trayendo como consecuencia que el alumno, se incorpore y cuestione al docente acerca de que no tiene derecho alguno a darle órdenes, ya que el muchacho se siente superior por el mismo hecho de su apariencia fornida y sin ser capaz de controlar sus impulsos, abalanzarse contra el profesor y agredirle físicamente.

La violencia de alumnos a docentes nace porque, muchas veces el alumno es poseedor de un fuerte complejo de superioridad, quiere abarcarlo todo, quiere demostrar que quien “manda” es él, domina a sus demás compañeros, agrede físicamente a sus profesores, demostrando con eso su “fuerza”, ante los otros alumnos más “débiles” que él. El racismo es no es ajeno a ser una importante causal de violencia de los alumnos hacia sus docentes, como de alumno a alumno

Si la mayoría de muchachos que integran un aula de estudios, por ejemplo, son de tez blanca y solamente hay uno de tez oscura o puede que dentro del aula exista un pequeño grupo de muchachos de piel oscura, ello será una gran justificación para quienes efectúen las agresiones en contra del grupo minoritario. Lo mismo ocurre entre alumnos y docentes, el alumno se percata que su maestro es de baja estatura, religión distinta u opción sexual distinta, de inmediato intenta el muchacho deshacerse de su maestro, golpeándole, bofeteándole al momento que el profesor exponga sus ideas.

Aquello que origina, que el alumno agreda al docente, es la actitud violenta que adopta éste contra su alumno porque éste no presta atención, porque no comprende las clases o simplemente por defensa ante una golpiza.

Pero existen casos en que los docentes agreden físicamente a sus educandos puesto que tienen rivalidad con los padres del alumno, entonces el docente piensa que esa es su manera de “vengarse o contraatacar”, o a causa de que el docente se ha enamorado del alumno y al ver que éste no le corresponde o ignora, adopta una conducta agresiva hacia éste. También puede que el docente recurra a la agresión por el hecho de envidiar la situación económica o el aspecto físico del educando, entonces se toma provecho de la autoridad que ejerce como docente y aplica sanciones físicas contra el alumno, como jalarle el cabello, golpearle con una varilla o con un plumón inclusive, ridiculizando al alumno y de esa forma el maestro demuestra su superioridad al alumno.

Finalmente, se sabe que la violencia física escolar se encuentra en aumento constante y que las posibles medidas a tomarse dentro de la institución podrían ser: evaluaciones psicológicas constantes del niño y el docente, promover el diálogo entre docentes y alumnos, optar por la solución de discordancias en las aulas de manera democrática, el establecimiento de normas escolares justas y de fácil comprensión para los alumnos y desarrollar talleres o programas de integración entre alumnos, que les permita mantener sus mentes ocupadas en actividades como la danza, el arte o la música.

Autora:

MONTOYA VILLACORTA, ANA CLAUDIA.